Por Andalucía

BLAS INFANTE, PADRE DE LA PATRIA ANDALUZA

El 14 de abril de 1983 el Parlamento de Andalucía aprobó una ‘proposición no de ley’ que reconocía a Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza, por su significación en la historia del proceso autonómico andaluz.

«La Historia ha reconocido la figura de Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza e ilustre precursor de la lucha por la consecución del autogobierno que hoy representa el Estatuto de Autonomía para Andalucía. Blas Infante, con las Juntas Liberalistas que él creara, se coloca en la vanguardia del andalucismo al luchar incansablemente por recuperar la identidad del pueblo andaluz; por conseguir una Andalucía libre y solidaria en el marco irrenunciable de la unidad de los pueblos de España; por reivindicar el derecho de todos los andaluces a la autonomía y a la posibilidad de decidir su futuro»

Otra ‘proposición no de ley’, aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados el 20 de noviembre de 2002, vendría a sumar el reconocimiento de Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza en el ámbito institucional de las Cortes Generales del Estado Español.

BLAS INFANTE, POR ANDALUCÍA

Blas Infante en el manifiesto “A todos los andaluces”, de 15 de junio de 1936, caracterizaba así a la Junta Liberalista de Andalucía:

(…) esta institución viene, desde hace mucho tiempo, empeñada en una paciente y obscura labor de creación integral andalucista, ordenada a restaurar en Andalucía su propio sentido vital; despertando su vocación histórica de gran pueblo creador de culturas o civilizaciones dirigentes de lo Humano; labor, desde siempre inspirada por el lema del Escudo Andaluz: “Andalucía, por sí, para España y la Humanidad”.

En su emblemática obra “Ideal Andaluz”, de 1915, Blas Infante había afirmado:

“Andalucía existe: no es preciso crearla. Hemos encontrado su genio vivo, aunque debilitado”

Sobre esa percepción, se impulsó e implementó la labor del andalucismo en pro de un compromiso activo del pueblo andaluz fundamentado en una toma de conciencia de sí mismo, de su identidad e historia, de sus necesidades y derechos, de sus opciones y capacidades. Una labor en la que a las consideraciones económicas y culturales se sumó definitivamente un proyecto político dirigido a cambiar, desde posiciones abiertamente progresistas, las estructuras caducas y centralistas del Estado y a superar las condiciones reinantes de subdesarrollo, caciquismo e injusticia social. 

Un ideal que necesitaba de la plena conciencia y compromiso del pueblo andaluz. Así, el 12 de julio de 1936, en un acto pro-Estatuto donde asistió al último izado de la bandera de Andalucía que pudo presenciar, Blas Infante dejó el siguiente testimonio:

“La Bandera Andaluza, símbolo de Esperanza y de Paz, que aquí hemos izado esta tarde, no nos traerá ni la paz, ni la esperanza, ni la libertad, si cada uno de nosotros no la lleva ya plenamente izada en su corazón”

Sucesivos regímenes políticos (desde el periodo constitucional del reinado de Alfonso XIII a la II República, pasando por la Dictadura de Primo de Rivera) fueron contextualizando y a veces condicionando el desarrollo del movimiento andalucista. Finalmente, el estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, supuso la frustración de un proyecto que se encontraba en plena reactivación pro autonómica y con la prospectiva del ansiado objetivo del Estatuto para Andalucía.

Blas Infante es detenido por los sublevados el 2 de agosto de 1936 en su casa de Coria del Río (Sevilla) y tras permanecer preso varios días es fusilado en la madrugada del 11 de agosto en el kilómetro cuatro de la carretera de Carmona.

COLOFÓN

El advenimiento de la Democracia permitió recuperar la figura de Blas Infante y celebrar su justo reconocimiento público y oficial, del que sería privilegiado testimonio su mencionado reconocimiento como Padre de la Patria Andaluza.

El Estatuto de Autonomía para Andalucía fue aprobado en referéndum el 20 de octubre de 1981 y ratificado por las Cortes Generales y sancionado por el Rey en diciembre del mismo año, entrando en vigor el 11 de enero de 1982. 

La revisión del Estatuto fue aprobada en las Cortes Generales entre noviembre y diciembre de 2006 y en referéndum el 18 de febrero de 2007, dando lugar a la Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía.