Peñaflor se encuentra situado en la margen derecha del río Guadalquivir, en la zona más oriental de la provincia de Sevilla. Limita con las poblaciones de Lora del Río (Sevilla) y Palma del Río (Córdoba). Forma parte de la comarca de la Vega Alta del Guadalquivir y dista 75 km de Sevilla y 56 km de Córdoba, disponiendo de buenas comunicaciones con ambas ciudades por ferrocarril y por carretera.
El hecho de que esté ubicado entre el valle del Guadalquivir y las estribaciones de Sierra Morena convierte a Peñaflor en un lugar idóneo para realizar por la vecina sierra rutas de senderismo y cicloturismo. Al mismo tiempo, su proximidad a Córdoba y Sevilla permite realizar una visita a estas ciudades y recorrer sus calles, que atesoran un excepcional patrimonio histórico y monumental. Además, se pueden conocer otras localidades, como Carmona y Écija, ambas con un rico conjunto histórico-artístico y apenas a 40 km de Peñaflor. Lugar de contrastes, donde las tierras de secano se mezclan con el regadío, las huertas de naranjos con las dehesas, las ganaderías de reses bravas con la caza de conejos, liebres, perdices o jabalíes. En su flora predomina la vegetación mediterránea: encinas, alcornoques, acebuches, coscojas y monte bajo, especies entre las que nacen espárragos trigueros.
Blas Infante
Como extensión de la de Cantillana, Blas Infante pasa notaría en el Ayuntamiento de Peñaflor en lo que hoy es la Casa de la Cultura. Es entonces cuando conoce a Angustias García Parias, natural de Peñaflor, con la que contrae matrimonio el 19 de febrero de 1919 en la capilla de la casa familiar de ella, en el número 5 de la entonces c/ Largo, hoy número 30 de la c/ Juan Carlos I.
En esta época también es la primera vez que Blas Infante concurre a unos comicios, concretamente a las elecciones a Cortes de 1919, por el distrito de Gaucín, provincia de Málaga. Al mismo tiempo también lo hace por el distrito de Sevilla en la Candidatura de la Democracia Andaluza, junto a Alejandro Guichot e Isidoro Acevedo. Años de intensa actividad política antes de su marcha a Isla Cristina.
“Verde es la vestidura de nuestras sierras y campiñas, prendidas por los broches de las campesinas habitaciones blancas; limoneros en flor son los árboles preferidos por los andaluces y blancas son nuestras villas…”